El BOE recoge hoy las cuentas de 2013 de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), que demuestran que se trata de un negocio muy lucrativo. La entidad pública gastó 11,8 millones de euros (de un presupuesto de 13) e ingresó 19,6 millones, con lo que tuvo un superávit de casi ocho millones. Además, acumula 57 millones de euros como remanente de tesorería.

La gran mayoría de sus ingresos proviene de las sanciones que imponen, que suman casi 19 millones. En su memoria anual, la AEPD afirma que impusieron sanciones por un valor total de 22,3 millones, pero muchas de ellas fueron canceladas o anuladas durante el ejercicio, llevando así a esos 19 millones que aparecen en las cuentas.

De ellos, además, 4,7 millones estaban pendientes de cobro a 31 de diciembre, ya sea porque algunas empresas multadas se declararon insolventes, habían pedido aplazamiento de pago o se suspendieron por vía administrativa o judicial, ya que muchas de estas sanciones han acabado en los tribunales. De hecho, las cuentas incluyen provisiones (de 3,7 millones a final de año) para hacer frente a posibles desvíos derivados tanto de empresas que no paguen por ser insolventes como de la devolución de sanciones por sentencias firmes en contra de la agencia.

El informe de auditoría que acompaña a las cuentas anuales critica que les es “imposible” comprobar que la información sobre costes y actividades esté “libre de errores u omisiones” de acuerdo a la normativa vigente, puesto que la AEPD ha presentado esa información “de forma muy deficiente”.

Las cuentas anuales muestran otros aspectos interesantes, como el hecho de que, aunque la mayoría de los trabajadores sean mujeres (89), los hombres (69) ocupan los puestos más altos.

Buenos días.

Gracias a Jacobo Elosua por su ayuda para entender el laberinto de las cuentas públicas.

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