La Fundación FAES ha aprobado hoy desvincularse del PP. Esa decisión conlleva una consecuencia directa: al dejar de estar unida a un partido con representación parlamentaria, ya no podrá optar a dos subvenciones que son exclusivas para ese tipo de fundaciones: las que reparte el Ministerio de Cultura y las que corren a cuenta de Cooperación Internacional.

De esa forma, dejará de recibir más de un millón de euros al año. En 2015, sumando ambas partidas, las ayudas alcanzaron 1,2 millones de euros; en 2014, 1,3; y, en 2013, más de un millón y medio. Estas cifras, eso sí, son muy inferiores a lo que estaba acostumbrada la fundación en épocas en las que el pastel a repartir era mucho mayor. En 2008, por ejemplo, recibió más de 3,8 millones.

Este año, por el momento, la fundación presidida por José María Aznar ha recibido unos 460.000 euros solo de Cooperación Internacional, unas ayudas destinadas a la realización de proyectos -normalmente charlas o eventos- destinados a la “consolidación de la democracia” en países en desarrollo. La otra ayuda de 2016 destinada en exclusiva a las fundaciones de partidos, la que reparte Cultura, aún no ha distribuido los 1,3 millones asignados. Si FAES se presentó a la convocatoria, podría recibir alrededor de otros 600.000 euros en las próximas semanas.

La pérdida no es mínima. En 2015, según sus propias cuentas, las ayudas a las que renuncia tras separarse del partido (1,2 millones) supusieron más de la mitad de sus ingresos, que sumaron un total de 2,3 millones de euros. Para 2016, prevén que más de 800.000 euros de los 1,8 millones presupuestados provengan de subvenciones públicas.

Tras esta decisión, FAES renuncia a estas dos ayudas, pero no son las únicas que recibe de las arcas públicas. Las fundaciones de partidos también se presentan, en ocasiones, a subvenciones que no son exclusivas para ellas, como las de revistas culturales o para actividades de divulgación de la Unión Europea, por ejemplo. A estas sí podrá seguir concurriendo.

Desvincularse del PP, eso sí, le permitirá eludir los controles establecidos por el Tribunal de Cuentas y los límites a las donaciones privadas que marca la ley. Así, FAES podrá recibir donaciones anónimas y no tendrá que informar al Tribunal de Cuentas del origen de aquellas que superen los 25.000 euros. Como receptora de subvenciones públicas, si sigue participando, solo tendrá que rendir lo que le exige la Ley de Transparencia: cuentas, presupuestos, organigrama, currículos y retribuciones de altos cargos y contratos, convenios o subvenciones con administraciones públicas.

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