El Ministerio de Educación ha licitado el contrato para la realización de cursos intensivos de inmersión lingüística en inglés durante el verano de 2013. En total, el proyecto está valorado en dos millones de euros, la misma cantidad que en 2012; y se han convocado el mismo número de becas: 2.000. 1.800.000 euros van a cargo de los presupuestos y 200.000 de los becados.

La empresa adjudicataria de este contrato recibirá 900 euros por alumno de la administración y 100 del propio estudiante para la realización de un curso intensivo de una semana de duración en lo que el ministerio denomina un “pueblo inglés”, lo que pretende ser una simulación de la inmersión lingüística que se produce cuando se reside un tiempo en un país de habla inglesa. El programa nació en 2011 con 600 plazas de la mano de Zapatero.

De hecho, el ministro Wert ha eliminado de los presupuestos de 2013 (en 2012, el Gobierno ya redujo estas ayudas a la mitad) las ayudas para estudiar idiomas en el extranjero, con lo que la única opción para ganar fluidez en inglés de los estudiantes de secundaria con ayudas públicas es esta inmersión simulada. Este modelo, muy criticado por expertos en aprendizaje de idiomas, ha sido una de las apuestas personales del ministro Wert, que considera que no es necesario viajar para aprender a hablar un idioma con fluidez.

El programa suprimido, de tres semanas, tenía un coste variable según el país de destino: Australia, 2.645 euros; Canadá, 2.145 euros; Estados Unidos, 2.145 euros; Malta, 1.245 euros; Nueva Zelanda, 2.445 euros; Reino Unido, Irlanda, Francia y Alemania, 1.745 euros.

Eso sí, el Gobierno mantiene las ayudas para las estancias en Francia para aprender francés (de 1.255 euros por alumno en 2012), pero elimina toda posibilidad de inmersión subvencionada para los estudiantes de alemán, ni en España ni en el exterior.

En total, la inmersión en inglés supone un gasto menor en los presupuestos de Educación y Cultura de 2013 que, por ejemplo, las subvenciones a fundaciones vinculadas a partidos políticos, de dos millones de euros, algo menos que los dos millones y medio que se repartieron en 2012.

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